Hoy me preguntaron si no era agotador el viaje hacia Valparaiso. Si no era agotador tener que levantarme casi dos horas y media antes de la hora en que entro a clases. y la verdad que mi primera respuesta, fue " claro, a quien no? ". Pero despues de analizarlo, como es de costumbre, fue: "si es agotador, pero vale la pena". Y es que estoy persiguiendo mis sueños, persiguiendo lo que siempre he querido y esa sensacion de sentir que estoy haciendo algo correcto, algo que realmente lo siento, es satisfactorio. Pensar que después de 5 años (esperemos) extrañare levantarme temprano, tener que soportar un viaje de 1 hora y alrededor de 15 minutos, (depende de cuanto rato el amigable chofer se quede esperando pasajeros en Bellavista y en Libertad), y mas los 10 minutos que tengo caminar, tener que hacer la hora esperando una clase, o tener que andar con tremendo bolso.
Estas cosas solo seran detalles, cuando feliz diga "soy Profesora", y saber que tengo la responsabilidad de educar a personas, de formarlas, y de traspasarles mis conocimientos. Que satisfactorio sera ese momento, y mas aun cuando vea a esos niños ya grandes, haciendo lo mismo en su vida.
Y mas alla de todo esto, mas alla de ser feliz estudiando lo que realmente quiero, si valen la pena todos esos detalles, porque conocí realmente una cuidad maravillosa, y aunque muchos digan que Valparaiso es cerdo, que esta lleno de basura, o tiene olor a pescado, etc etc". Valparaiso tiene ese algo, que atrae a tanta gente, quizas sean sus construcciones antiguas, sus edificios que se desmoronan y que muestran realidades distintas. Ese olor a antiguo, a humedad cuando uno entra a alguna casa, ese olor a historia. Y es que cada uno de sus callejones estan tan llenos de historias, que jovenes como yo desconocemos.
Para que hablar de sus bares, llenos de adultos, llenos de borrachos y ancianos que cuentan y añoran esa epoca donde en la bohemia porteña primaban las cuecas,vals, o tangos, que se bailaban durante la noche y gran parte del dia. Esos bares donde llegaban marinos, a disfrutar de las señoritas que atendian.
Es esta la cuidad que enamora a cualquiera, claro cualquiera que ve a mas alla que un simple puerto. Hay que sentir, tener esa alma de investigador, alma idealista quizas, que ve en un callejon mugroso, un callejon lleno magia,quiizas alma de poeta , historiador, no lo se.
Sin embargo, es triste ver como la gente no aprovecha y no cuida este Patrimonio de la Humanidad, es triste ver tanta delicuencia, que manchan sus maravillosas calles, sus noches, y espantan a personas, que quizas si ven la cuidad como yo. Espero nunca perder el encanto, recorrer sus calles y subir esas infinitas escaleras para llegar a apreciar la maravillosa bahia, llena de barcos gigantes e iluminada en sus cerros.
Solo hay que darse el tiempo de detenerse un minutos y mirar distinto, asi la linda cuidad de Valparasio sera un verdadero paraiso a los ojos de cualquiera.
viernes, 13 de julio de 2007
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